WIP Perú, un movimiento transformador que rompe el “techo de cristal”

“Hemos entendido que las mujeres muchas veces tenemos barreras que son producto de la cultura imperante y que, por ende, es necesario trabajar en nosotras mismas y tomar conciencia de lo que puede frenar nuestro desarrollo”
12 de abril|
Por Heidi Maldonado

En el año 2016 nació Women in the Profession (WIP) – Perú, cuando 11 abogadas de estudios y de empresas decidieron unir esfuerzos para empezar a trabajar por el desarrollo de la mujer en la profesión legal en Perú. WIP es una iniciativa del Cyrus Vance Center for International Justice, con la misión de fortalecer el Estado de Derecho y promover el acceso a la justicia. Una de sus líneas de acción consiste en impulsar el rol de la mujer en el ejercicio legal, para lo cual ha creado una red de abogadas en distintos lugares de Latinoamérica.

Para hablar sobre este movimiento transformador y cómo hacer la práctica del derecho más diversa e inclusiva, conversamos, en esta primera entrega, con Gianna Macchiavello Casabonne, directora de Servicios Jurídicos y Oficial de Cumplimiento Repsol Perú y fundadora y líder del comité de reglas de juego de esta fundación. La abogada es profesora universitaria, ha formado parte de importantes firmas legales en el país y fue jefa de Gabinete de Asesores del Ministerio de Justicia y Viceministra de Justicia del Perú.

¿Qué necesidades llegó a cubrir WIP Perú?

WIP Perú ha logrado una gran acogida pues existía la necesidad de analizar las causas por las cuales las mujeres no lograban ascender a las máximas posiciones o abandonaban la profesión. En el ejercicio de la profesión legal el número de mujeres se reducía cada vez más conforme íbamos mirando a las posiciones más relevantes. Es algo que ha venido sucediendo en todos los países que tienen estudios al respecto. Hemos tomado acción en diversos frentes, logrando resultados y seguimos avanzando en los desafíos que se presentan día a día para lograr el desarrollo de las abogadas en nuestro país.

¿Por qué usan la etiqueta #abogadasconpropósito?

Quienes fundamos WIP Perú somos abogadas que hemos “roto el techo de cristal”. Algunas son socias de estudios importantes en Lima o gerentas de primera línea en empresas líderes en su rubro. A lo largo de los cinco años que venimos trabajando se nos han unidos abogadas que están en fases iniciales de la carrera, que están enfrentando obstáculos para continuar desarrollándose o que procuran conciliar su vida laboral con la familiar en organizaciones rígidas. Entonces, de lo que se trata, es de trabajar juntas desde la posición en que nos encontremos, para hacer que la práctica del derecho sea más diversa e inclusiva.

El trabajo en WIP nos da un propósito trascendente pues consideramos que es bueno no solo para el desarrollo de las mujeres en la profesión legal, sino por la necesidad de contar con el mejor talento para mejorar los resultados de los clientes. Creemos que lograr trabajar en ambientes inclusivos es motivador, lo que fomenta la creatividad y la innovación, que son claves para el éxito.

¿Quiénes son el objetivo de WIP Perú?

Abogadas de todo el Perú que quieran potenciar su desarrollo profesional en el derecho, participando en un movimiento transformador y estando dispuestas a aportar sus experiencias y habilidades en favor de un objetivo trascendente.

¿De qué manera promueven el liderazgo y el progreso de las mujeres?

Hemos identificado que trabajar en nuestras propias capacidades es fundamental. Por eso es que una línea de acción de WIP Perú es la de “liderazgo”, en donde con el apoyo de expertas se trabaja en nuestras capacidades de liderazgo. Además, se hacen programas de mentoring que ayuden a las abogadas más jóvenes a encontrar su camino en la profesión.

¿Cuál es el alcance que tiene WIP Perú?

WIP es una iniciativa internacional que opera en más de 15 países de Latinoamérica. En el Perú iniciamos el trabajo en Lima. En el año 2019 hicimos un evento en Trujillo que tuvo una gran acogida y los planes para continuar expandiendo la red a otras regiones del país se suspendieron en el 2020, por la inmovilización por la pandemia y esperamos retomar la expansión tan pronto sea posible.

En recientes trabajos publicados en Líder Legal, abogadas peruanas cuentan que el mayor problema de Perú –en cuanto a igualdad de género y brecha salarial- es la informalidad y el machismo. ¿Cómo desde WIP se contribuye a cambiar este panorama?

En mi opinión, la principal barrera es cultural. En primer lugar, es muy importante tomar consciencia de los comportamientos machistas que están normalizados. Cuando compartimos experiencias entre las abogadas en WIP, coincidimos en que todas de una u otra manera hemos sido víctimas de sesgos que nos han perjudicado, pues nos relegaban a un rol secundario. Una vez que se entienden las razones de esto, es que podemos empezar a cambiar las cosas.

La informalidad en el Perú es muy alta y se da en todos los rubros, incluyendo el legal, por lo que muchas abogadas no gozan de derechos laborales que podrían darles mayor estabilidad durante periodos tan sensibles como la etapa de maternidad.

El camino es largo, pues cambiar la cultura toma tiempo, el cambio tiene que darse en nosotras y en los demás.

¿Cuáles son las brechas de género existentes en la práctica legal?

Lo más llamativo es el número tan reducido de socias de los estudios. En las etapas iniciales de la carrera hay un número significativo de mujeres, pero luego se vuelven “invisibles” y en los niveles más altos desaparecen. En algunas empresas los procesos son más estandarizados y las mujeres logran un mejor posicionamiento, pero en muchas otras todavía no es así.

¿Qué barreras han identificado que puedan comprometer el crecimiento profesional de las mujeres en el Perú y la región?

El derecho es una profesión tradicional que ha sido ejercida por hombres que han organizado la práctica como lo consideraron conveniente y que está basada en la confianza de los clientes, que generalmente también son hombres.

Las mujeres que se han ido incorporando a la profesión legal, en las últimas tres décadas, han encontrado diversos obstáculos para asumir roles de liderazgo, para ascender al mismo tiempo que los hombres en las líneas de carrera (sea de estudio o de una empresa), para ser consideradas para reuniones clave con clientes y en las actividades de desarrollo de negocio, así como para ser tomadas en cuenta como expositoras o panelistas en eventos o seminarios. Si las abogadas no pueden conseguir clientes, es muy difícil lograr ser socia o fundar tu propio estudio. Al ver frustradas sus expectativas de crecimiento muchas abogadas de firmas deciden pasar a una empresa, en donde encuentran un ambiente más inclusivo. Otras deciden abandonar la profesión legal para dedicarse a otras ocupaciones y se pierde mucho talento.

¿Por qué dividir este proyecto social en cinco ejes temáticos?

Trabajamos en cinco ejes temáticos que fueron fruto de un planeamiento estratégico.

Hemos entendido que las mujeres muchas veces tenemos barreras que son producto de la cultura imperante y que, por ende, es necesario trabajar en nosotras mismas y tomar conciencia de lo que puede frenar nuestro desarrollo. Eso lo hacemos trabajando temas de liderazgo, visibilidad y mentoring.

Además, hemos identificado temas estructurales que afectan el desarrollo de las abogadas por lo que nos propusimos “medir” la situación a través de encuestas y hacerlo periódicamente para tener más información y poder contrastar el progreso que se logre. Asimismo, formamos un comité que llamamos “reglas de juego”, a fin de romper esquemas tradicionales que no han tenido en cuenta la diversidad ni la inclusión y por lo tanto resultan rígidos y excluyentes para muchas abogadas.

Cada eje temático es complementario pues obedece a la complejidad del reto que tenemos por delante. El trabajo en cada uno de ellos es voluntario, se forman comités de trabajo. 

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