El mercado de los proveedores de servicios legales alternativos (ALSP) ha “alcanzado un punto de madurez”, con despachos de abogados estadounidenses y departamentos jurídicos corporativos que los utilizan para un mayor número de trabajos, según un estudio de Thomson Reuters.
La Encuesta de Proveedores de Servicios Legales Alternativos 2021 -producida en colaboración con Georgetown Law y Saïd Business School- descubrió que el 80 % de los bufetes de abogados y el 71 % de los equipos internos contratan ahora a los ALSP para el trabajo legal, en comparación con el 51 % y el 61 % respectivamente en 2016.
El mercado de los ALSP estaba valorado en casi 14.000 millones de dólares a finales de 2019, un aumento de unos 3.200 millones de dólares respecto a los dos años anteriores. Tanto los despachos de abogados como los equipos internos han aumentado la cantidad de servicios que compran a los ALSP, ya que las firmas de abogados utilizan hoy en día una media de 3,7 líneas de servicio frente a las 2,4 de 2016 y los departamentos jurídicos de las empresas emplean una media de 2,7 líneas de servicio frente a las 1,8 de 2016.
En el informe se indica, “en general, esta ronda de investigación muestra un creciente sentido de colaboración, en lugar de competencia entre los bufetes de abogados y los ALSP independientes”.
La encuesta destacó que las tres principales áreas en las que los bufetes de abogados utilizan los ALSP es para los servicios de descubrimiento electrónico (45 %), los servicios de investigación legal (44 %) y el apoyo a los litigios y la investigación (39 %). Por el contrario, las tres áreas principales en las que los equipos internos contratan a los ALSP son los servicios de riesgo y cumplimiento normativo (35 %), los servicios de investigación jurídica (29 %) y los servicios jurídicos especializados prestados por abogados autorizados (26 %).
Actitudes dispares hacia los proveedores de servicios legales alternativos
Más de la mitad de los bufetes de abogados encuestados (56 %) dijeron que su preocupación por la calidad afectaba su disposición a utilizarlos, mientras que casi la mitad (49 %) precisó que su inquietud por el riesgo de violar la confidencialidad del cliente les disuadía de utilizar los ALSP, aunque son menos de los que estaban preocupados la última vez. Un 41 % de los despachos de abogados también afirmó que sus modelos de negocio estaban siendo cuestionados por los ALSP.
Por otra parte, la mitad de los encuestados de los departamentos jurídicos de las empresas dijeron que preferían que sus bufetes gestionaran los ALSP para garantizar la calidad, mientras que el 41 % indicó que les preocupaba la calidad al utilizar los proveedores de servicios legales alternativos.
El estudio mostró que los ALSP también se muestran cada vez más reacios a que se les denomine “proveedores alternativos”, ya que muchas firmas independientes prefieren llamarse a sí mismas sociedades de abogados. Un representante de ALSP dijo que “no hay nada de alternativo en los ALSP, incluso el nombre está obsoleto”.