Por Heidi Maldonado
Macarena Laso, recientemente nombrada socia administradora, la primera, de la firma chilena Morales & Besa, conversó sobre este nuevo rol y lo que significa para ella este reconocimiento. Durante nuestra entrevista manifestó que el respeto, los valores y los principios éticos son esenciales tanto en su ámbito personal como profesional, señaló que a lo largo de sus años de carrera, más allá de poner sus esfuerzos en crecer profesionalmente para poder ser una buena abogada, dedicada a sus clientes y a su equipo, ha querido ser integral, “siempre buscando combinar lo que puedo aportar desde lo técnico, pero también desde lo humano y en el ejercicio ético de nuestra profesión. Por eso valoro mucho este nombramiento, porque es una oportunidad para seguir desarrollándome en ese sentido”.
Maracarena es parte del Comité de Diversidad de la firma desde el 2018, por lo que su gestión seguirá encaminada, entre otros aspectos, a reducir la brecha de género y promover valores de igualdad dentro y fuera de la organización.
Eres la primera socia administradora de Morales & Besa, ¿qué importancia tiene este nuevo cargo para ti y en cuáles proyectos te enfocarás?
Me siento muy motivada y agradecida por emprender este nuevo desafío y, al mismo tiempo, espero poder abrir caminos para que más mujeres puedan asumir roles de liderazgo dentro del ejercicio de la profesión legal, tanto dentro como fuera de Morales & Besa. Asimismo, me siento muy orgullosa de formar parte de una organización que ha sido pionera a nivel local en la promoción de espacios de reconocimiento basados en la excelencia y el compromiso con el trabajo de la firma, con auténtica confianza en las opiniones y aportes de todos, sin importar si son hombres o mujeres.
Todas las acciones previstas en la estrategia de mi administración se basan en las ideas de modernización, adaptación, innovación y flexibilidad. Son varios los aspectos a cumplir, pero la idea de incorporación de Morales & Besa al modelo de “oficina del futuro” y el consolidar las bases para seguir construyendo esta nueva forma de trabajo estará al centro de todo.
Recuerdo hace poco una entrevista en la que también participaste, para Líder Legal, y nos hablabas de que Chile es uno de los países con menor participación de socias en estudios de abogados, pero dejaste claro -y está demostrado por tu nuevo nombramiento- que en la firma que hoy lideras se le ha dado especial importancia al tema de diversidad, ¿qué iniciativas te planteas, desde esta nueva posición, a favor de la diversidad e inclusión no solo para ser aplicadas dentro del estudio sino fuera de él?
Nuestra firma cuenta con un Comité de Diversidad desde 2018, instancia que integré desde su fundación hasta mi reciente nombramiento. Desde su creación nos propusimos promover estos valores dentro y más allá de nuestra organización y seguiremos en esta línea. Esto, porque somos conscientes de que la falta representatividad de ciertos grupos en la industria legal -no solo de mujeres- es crítica, aun cuando ha mostrado signos de mejora en el último tiempo.
De hecho, en prepandemia tuvimos varias instancias internas y desayunos con amigos y clientes para discutir en torno a distintos aspectos en materia de diversidad en el mercado laboral, políticas internas, cuotas y otras formas de promover la diversidad, entre otros. Esperamos retomar estos conversatorios muy pronto.
Mis planes y medidas serán abordadas con un enfoque que considere estos temas, siempre en línea con lo que se ha estado trabajando en este Comité -sesgos inconscientes, revisión de normativa interna, promoción y cuidado de ciertos valores– y, en general, con el espíritu de la firma desde su fundación. Creo que es nuestra responsabilidad acelerar los cambios, reducir la brecha de género y cambiar el paradigma.
¿Cómo logramos una sociedad más inclusiva y justa en términos de equidad, igualdad y diversidad de género?
Formando a las nuevas generaciones en la corresponsabilidad y con la empatía como valor fundamental. Esto, considerando que los jóvenes hoy tienen otras prioridades y tenemos que ampliar el foco de la corresponsabilidad más allá de la coparentalidad. Lo anterior, no debe entenderse como que se trate de un caso perdido, al contrario, no podemos permitirnos quitarle la urgencia que esto amerita, porque uno de los temas que más profundiza la brecha entre ambos géneros es la maternidad y las deudas que tenemos con ella como sociedad.
En estos temas es necesario seguir generando espacios conscientes -y acelerar el proceso, sin duda- y estar siempre en contacto con las distintas realidades para así anticiparse a buscar soluciones proactivamente.
Flexibilidad, innovación, poner en el centro al cliente y a sus necesidades, empatía, un abogado más humano y un cambio de cultura son las tendencias muy marcadas y los ejes en los que debería trabajar el sector legal… ¿qué opinas al respecto?
Uno de los sellos diferenciadores del servicio que entrega nuestro estudio ha sido poner el cliente al centro y entender que todos son distintos. Este ejercicio de empatía ha sido crucial para nuestro crecimiento como organización, por lo que estoy de acuerdo con que constituyen algunos de los ejes que van a permitir el cambio en el sector legal.
La pandemia aceleró todo y, en cuanto al cambio de cultura en el sector, considero clave escuchar a las generaciones más jóvenes y tomar lo que nos están enseñando. Hay que escucharlos y aprender de sus muchas capacidades, entre ellas, la adaptación.