Alfredo Bullard: “Abrir la oficina en Madrid fue una movida muy conveniente y oportuna”

“La comunidad arbitral ha recibido con entusiasmo que un despacho latinoamericano haya enrumbado sus velas hacia Madrid”
3 de octubre de 2023 |
Por Heidi Maldonado

A 1 año de la llegada de la firma Bullard Falla Ezcurra (BFE+), a Madrid, conversamos con su socio fundador Alfredo Bullard, quién confesó que ha sido muy satisfactoria la acogida de la comunidad legal y las empresas. “BFE+ se involucra continuamente en actividades académicas, profesionales y sociales. Y la comunidad arbitral ha recibido con entusiasmo que un despacho latinoamericano haya enrumbado sus velas hacia Madrid. Se ve como un voto de confianza a Madrid como sede y como referente en el arbitraje.

Por otro lado, la percepción de los clientes latinoamericanos se consolida hacia el vernos como una firma auténticamente internacional. Nuestra identidad internacional, marcada desde nuestra visión hace 23 años, se define ya no solo por donde están nuestros clientes, sino también por donde están nuestras oficinas. Nos ven como lo que somos, una firma internacional. Esto se ve reflejado en un crecimiento incluso del trabajo que estamos captando desde Latam y desde Perú. Con ello hemos logrado consolidar un signo que nos distingue.

Adicionalmente, la nueva oficina ha contribuido a mejorar el ya muy buen ambiente interno que teníamos. Ha crecido el interés en trabajar con nosotros no solo por parte de abogados peruanos sino de Latam y de España. Están ya trabajando con nosotros dos jóvenes españoles. Y es posible que contratemos más personas en el corto plazo. Nuestro equipo en Perú también está muy motivado y orgulloso del paso que se ha dado. La oficina de Madrid ha tenido un impacto motivacional y ha potenciado significativamente en nuestra productividad”.

¿Cómo se ven para el cierre de este año, tanto en facturación como en expansión/nuevas oficinas para 2024?

De momento la oficina de Madrid genera el 10 % de los ingresos totales de BFE. De septiembre 2022 a agosto 2023 la oficina de Madrid ha facturado 7 % más de lo proyectado. Y recién hemos comenzado y el futuro se ve muy promisorio. Lo digo con satisfacción, pero con la certeza que recién estamos empezando y hay mucho por hacer. Al ser la única firma de arbitraje en Madrid y una de las pocas de Latinoamérica, tenemos una responsabilidad grande sobre los hombros. Aspiramos superar nuestras metas para el próximo año con el avance consolidado que ha mostrado el 2023.

Algunos despachos españoles han optado por implementar un modelo low cost, ¿esta tendencia estaría en los planes próximos de la firma?

Mantenernos como una firma boutique nos exige priorizar siempre la calidad respecto al precio. Si bien cuidamos los costos y es claro que intentamos minimizarlos, quienes nos buscan, saben que están invirtiendo en un servicio de alta calidad. Tratamos de que nuestras remuneraciones al equipo sean las más competitivas en los mercados en los que actuamos. Queremos que se perciban nuestras tarifas y nuestra calidad como competitivas con firmas norteamericanas y europeas.

¿Qué retos y oportunidades se avecinan para el próximo año?

Lo primero es la intención de hacer crecer el equipo de Madrid para responder a la demanda. La exposición que nos ha dado la oficina en España a nivel global nos exige profundizar en alcance y penetración de nuestros mercados objetivo en Latinoamérica y Centroamérica. Una de las fortalezas principales que tiene BFE+ es la integración de las dos oficinas. Hace varios meses hemos empezado un intercambio frecuente entre los miembros de las dos oficinas y planeamos sostenerlo durante todo el próximo año.

¿De qué manera ha incidido su práctica y experiencia internacional en este último año en España?

Nuestros estándares son internacionales. Ofrecemos un servicio prémium que, como dijo uno de nuestros clientes en Chambers, no tiene nada que envidiar al servicio que ofrece una firma norteamericana o europea. Nos concentramos mucho en el desarrollo de destrezas legales, herramientas de psicología, persuasión, teatro, economía para ser usadas en los arbitrajes de manera efectiva. Y ello es reconocido por nuestros clientes y competidores. Tenemos mucho que aportar. Queremos que nuestra práctica no solo sea competitiva, sino que tenga un impacto por la vía de la imitación de las cosas que hacemos. Si el mercado se hace más sofisticado, nuestra sofisticación gana espacio en lugar de perderlo. Hemos contribuido a que Perú sea un país reconocido por un alto desarrollo de arbitraje. Quizás sea el país en el mundo donde más se arbitra per cápita. Ese tipo de contribución puede darse en los países en los que actuamos, incluido, por qué no, España.

Actualmente es miembro de la Corte de la London Court of International Arbitration (LCIA), único latino en serlo, y del Consejo de Administración del Club Español e Iberoamericano de Arbitraje… ¿Qué incidencia tienen estos nombramientos y el ser parte de estas instituciones en la dirección y funcionamiento de la firma?

Cuando abrimos hace unos años la oficina en Madrid, queríamos aprovechar nuestra experiencia e interdisciplinariedad para tender puentes entre el gran volumen de negocios que pasan por España y la cultura, costumbres e idiosincrasia latinoamericana. La actualidad nos da la razón y demuestra que fue una decisión correcta, pero, sobre todo, oportuna. Queda claro que hay una necesidad de integrar Latam con España. El cambio de nombre del CEA por Club Español e Iberoamericano de Arbitraje y la integración de más latinoamericanos en su Consejo, son claros síntomas de ello. Es más que un simple cambio de nombre.

Vemos estos nombramientos como un reconocimiento de carácter internacional de nuestro trabajo y de lo que hacemos. Si bien el nombramiento es a título personal, no tengo duda que es el trabajo de nuestro despacho el que me ha permitido ser considerado. La LCIA es una de las cortes más reconocidas de arbitraje en el mundo. Y creo además que es una institución arbitral que también está mirando lo que significa el arbitraje ya no solo en Latinoamérica, sino en Iberoamérica como un conjunto.

Lo que nos queda muy claro es que abrir la oficina en Madrid fue una movida muy conveniente y oportuna. Y lo que está pasando lo confirma.