#lomásleído Abogadas reflexionan este 8M: demandan más educación en igualdad y más mujeres en puestos de liderazgo

En el Día Internacional de la Mujer, las juristas están convencidas de que las nuevas generaciones no harán un esfuerzo por la igualdad pues ya vendrá impuesta de forma natural
8 de marzo de 2022 |
Por Heidi Maldonado

Como parte de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en Líder Legal conversamos con cuatro mujeres, todas profesionales del sector legal, con tanto años ejerciendo la abogacía como logros obtenidos y cuando hablamos de “logros obtenidos” no nos referimos a reconocimientos o menciones, sino a la posición donde se encuentran, a que lideran con el ejemplo y han roto, cada una desde sus espacios, el “techo de cristal”.

Ellas son Davinia Sánchez, socia directora de Kepler Karst Law Firm, Katharina Miller, presidenta del European Women Lawyers Association, Marta Lalaguna Holzwarth, secretaria general de la Corte de Arbitraje de Madrid, y Urquiola De Palacio, socia directora de Palacio & Asociados, presidenta de la Corte de Arbitraje de Madrid, del Centro de Mediación Empresarial de Madrid y de la Unión Internacional de Abogados.

En este 2022 demandan un trato igualitario, aspiran ver a más mujeres en puestos de dirección, a que la igualdad de oportunidades para las mujeres se convierta en un objetivo estratégico de las organizaciones y empresas y coinciden en que conseguir una sociedad más inclusiva y justa en términos de equidad, igualdad y diversidad de género es un problema de educación de nuestras sociedades. Piden que a pesar de los momentos turbulentos que se están viviendo se mantenga la igualdad entre los objetivos y llaman tanto a hombres como mujeres a trabajar juntos, con todas las herramientas que tienen a su alcance, y a tomar conciencia que aún falta mucho camino por recorrer en términos de paridad y equidad.

“El objetivo es educar en igualdad y seguir fomentando leyes que equilibren desigualdades y contribuyan a la equidad”

Davinia Sánchez es socia directora de Kepler Karst Law Firm, es experta en Derecho Concursal y Mercantil. Ha asesorado tanto a empresas nacionales y multinacionales concursadas como a acreedores, y ha intervenido en numerosos procesos de “due diligence” y reestructuración de empresas. Forma parte de Women in a Legal World (WLW) y de la Asociación Española de Mujeres Profesionales de la Insolvencia (AEMPI)

A nivel personal espera para este 2022 poder seguir trabajando mucho, seguir creciendo y aprendiendo. “Espero lo mismo que cualquier persona, poder trabajar sin que importe mi género, poder desarrollarme tanto en lo profesional como en lo personal. Imagino que todas las mujeres del sector legal quieren y esperan algo similar, y por supuesto todas aspiramos a un trato de igualdad.

Desde un punto de vista más genérico de la profesión, espero que este 2022 traiga más mujeres en puestos de dirección y más mujeres copando las portadas de los medios y los ranking listas de “los mejores abogados” en diferentes disciplinas. En este sentido y a título personal, espero poder coincidir con más mujeres en las operaciones en las que estoy involucrada.

A Davinia le gusta mucho la idea que se ha hecho famosa gracias a los ODS: “No dejar a nadie atrás”. No dejando a nadie atrás –a las mujeres atrás- es la única manera de alcanzar una sociedad más inclusiva y justa.

Para la abogada es necesario que existan las mismas oportunidades para todas las personas, y que eduquemos lejos de estereotipos y roles de género para inculcar el concepto de equidad desde la infancia. “Me sorprende mucho que aún haya gente que cuestione ciertas ideas y conceptos, cuando la equidad beneficia a toda la sociedad porque favorece el desarrollo económico y social. A nivel profesional, creo que es importantísimo que haya colaboración y apoyo entre nosotras mismas, que nos referenciemos para proyectos e iniciativas, etc”.

Afirma que un paso fundamental, sin duda, es que las mujeres estemos en la toma de decisiones, y que una vez estemos ahí, se nos escuche y nos valore. Porque no vale simplemente con figurar, tenemos que tener una participación activa.

Sobre el rol que juega la mujer en el sector legal y en nuestra sociedad en general, la jurista reflexionó señalando que “somos seres humanos y como tal tenemos derecho a una participación plena y equitativa en cualquier ámbito de nuestra sociedad, incluido el sector legal. El mero hecho de que alguien, al día de hoy, pueda cuestionar el papel de la mujer en la sociedad me asombra y al mismo tiempo me apena, pero estoy prácticamente convencida de que, por suerte, poca gente pone en duda esta idea.

También podría decir que aportamos perspectivas y miradas diferentes, otra forma de afrontar dificultades, etc. Pero también creo que esto ya lo sabemos.

Esto no quiere decir, claro, que esté todo hecho ni mucho menos. Aún queda camino que recorrer, pero estamos en ello. Considero que en pleno 2022 las preguntas que debemos hacernos deben estar dirigida a (1) cómo poner en práctica este saber -que la mujer es una jugadora más en la sociedad, con los mismos derechos y deberes- y (2) cómo es posible que, si parece que nos sabemos tan bien la teoría, no seamos capaces de ponerla en práctica. Por suerte en este país podemos hacernos estas preguntas, tal vez en otros aún haya que explicar la teoría básica.

¿Retos y desafíos en este año en materia de igualdad?

Como ya he dicho, creo que el reto es poner en práctica la teoría que ya sabemos. Eliminar ciertos sesgos del subconsciente es uno de los grandes desafíos, porque se trata de cambiar actitudes y pensamientos que no se tienen a propósito. Hasta que eso no se consiga no se podrá conseguir una igualdad plena. 

Este objetivo es a medio-largo plazo, y para conseguirlo hay que educar en igualdad, facilitar las mismas oportunidades a todas las personas, y seguir fomentando leyes que equilibren desigualdades y contribuyan a la equidad.

En el sector legal, además, debemos seguir inculcando valentía a las mujeres para que den un paso adelante y tomen las riendas de sus vidas profesionales.

“Pido que se escuche más a las mujeres en la prevención y resolución de conflictos y en todos los esfuerzos para el mantenimiento y la promoción de la paz y la seguridad”

Katharina Miller es presidenta del European Women Lawyers Association. Su amplia y reconocida trayectoria la convirtió en la primera embajadora & agente de cambio con la Global Leadership Academy (GIZ); presidenta de la Asociación Europea de Mujeres Juristas y Delegada por España en el G20/W20 y en España es una de las Top 100 Women Leaders 2017 y 2018. Además, es miembro del Consejo Asesor del Berkeley Center on Comparative Equality and Anti-Discrimination Law de la Berkeley Law School.

Katharina espera para este año “una igualdad absoluta en todos los ámbitos. Que luego lo recibamos será otra cosa. Con esto me refiero a: muchas más mujeres en puestos de liderazgo en los bufetes de abogacía, a la igualdad salarial por el mismo trabajo, a más mujeres en áreas como el derecho de los mercados de capitales y no solo el derecho de familia, etc”.

Empezó a trabajar como abogada hace 12 años. Está inscrita en el Colegio de Abogacía de Stuttgart y en el de Madrid. “En 2017, por primera vez en la historia de Alemania, hubo más mujeres inscritas en los colegios de abogados alemanes que hombres. La mayoría de mis colegas mujeres trabajan como abogadas de derecho de familia o de derechos sociales. Sin embargo, en ese mismo año solo el 10 % de las mujeres son socias de sus bufetes. La primera mujer abogada, Maria Ott, fue admitida en Alemania en 1922.

En España en 2020, por primera vez en la historia, hay más mujeres abogadas que hombres en la franja de edad entre 25 y 45 años. Sin embargo, solo el 19 % de las mujeres son socias de los mayores bufetes de abogados de España. La primera mujer abogada que se colegió en España en 1922 es Ascensión Chirivella. Esto significa que al menos para la profesión como “abogadas” hay un movimiento en la -para nosotras las abogadas- buena y correcta dirección, sin embargo, es muy, muy lento”.

¿Cómo logramos una sociedad más inclusiva y justa en términos de equidad, igualdad y diversidad de género?

Para esta pregunta tan importante no tengo, lamentablemente, una respuesta perfecta y tampoco una receta perfecta.

Existe un estudio “Mapa de la representación de mujeres y hombres en las profesiones jurídicas de la UE”, que se ha publicado en 2017 y ha sido encargado por la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo. De este estudio aprendí (y estoy de acuerdo) que la “condición social de la mujer y el modelo familiar imperante en un país concreto son especialmente relevantes para la situación de las mujeres en las profesiones jurídicas”. Si el sostén de la familia sigue siendo predominantemente el marido, entonces es mucho más difícil para la mujer trabajar en su profesión jurídica. Otro factor son los sistemas políticos. El estudio señala acertadamente que “los sistemas políticos han influido profundamente en el papel y la posición de los juristas en general y de las mujeres juristas en particular, como demuestra la historia de los antiguos países comunistas”, de forma positiva. Quiere decir, si queremos una sociedad más inclusiva y justa en términos de equidad, igualdad y diversidad de género necesitamos cambiar nuestros sistemas de trabajar y ganar dinero (especialmente los trabajos de cuidados, que normalmente y por regla general, suelen ser mal remunerados o no remunerados y a cargo de las mujeres) y nuestros sistemas políticos.

Por otro lado, por lo menos para nosotras las mujeres y juristas europeas, la europeización y la internacionalización han tenido un impacto positivo en la participación femenina en el trabajo jurídico, ya que han ampliado los mercados en las últimas décadas. Además, la situación económica ha tenido un impacto positivo en la presentación femenina en el trabajo jurídico, ya que una economía floreciente necesita más abogados. Esto quiere decir, que nosotras las juristas debemos aprovechar oportunidades que nacen constantemente (ahora por ejemplo en el tema de la tecnología digital).

Sobre el rol de la mujer en el sector legal y en nuestra sociedad en general, la abogada comentó que “somos, ni más no menos, la mitad de la población. Nuestra visión y nuestras necesidades son a veces, diferentes que las de la otra mitad de la población. Por ello, es importante que estemos. Y que estemos muchas mujeres diferentes, de minorías, con y sin discapacidad, con y sin niños, porque cada una de nosotras tiene necesidades diferentes – y es importante dar voz y visibilidad a esta diversidad y respetarla”.

¿Retos y desafíos en este año en materia de igualdad?

Ahora con la guerra en Ucrania solamente rezo que no entremos en una tercera guerra mundial. Y que se escuche más a las mujeres en la prevención y resolución de conflictos y en todos los esfuerzos para el mantenimiento y la promoción de la paz y la seguridad según la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU.

“Las mujeres, como los hombres, juegan un papel esencial en el sector legal para que este siga aportando, creciendo y sirviendo a la sociedad”

Marta Lalaguna Holzwarth es secretaria general de la Corte de Arbitraje de Madrid, fue counsel del despacho CMS Albiñana & Suárez de Lezo, asociada de Cuatrecasas y es árbitro, mediadora y reconocida litigadora en el ámbito arbitral y jurisdiccional.

Marta cree que las mujeres esperan y desean, principalmente, trabajar en condiciones de igualdad respecto de los hombres y que se eliminen los problemas asociados a la desigualdad como son la brecha salarial, el techo de cristal o la falta de oportunidades en función del género. “En un mundo tan cambiante y flexible como el actual, las mujeres necesitan una relativa estabilidad, una conciliación laboral y familiar real y una adaptación de las condiciones laborales a su particular momento vital.

En una aproximación más generalista y no asociada a los problemas de género, las mujeres esperan superar los retos planteados por la pandemia y la situación de crisis mundial actual y también aprovechar las oportunidades surgidas en el sector legal y seguir creciendo y adaptándose en un mundo global y digital”.

Sobre cómo logramos una sociedad más inclusiva y justa en términos de equidad, igualdad y diversidad de género, la letrada piensa que “lograr una sociedad más inclusiva empieza por la consciencia por parte de todos de que (aún) existen situaciones de desigualdad de género y de que todos somos responsables y podemos contribuir a cambiar y solucionar esto. Cada individuo, en su respectiva parcela de autonomía y poder, tanto en el terreno personal como en el profesional, debería tomar conciencia de este problema y ser consecuente.

Las empresas del sector legal y las grandes firmas de abogacía están cada vez más concienciadas. Existen programas de mentoring para abogadas y una mayor concienciación de la necesidad de adoptar políticas de flexibilización y conciliación tanto para mujeres como para hombres. La igualdad de oportunidades para las mujeres a lo largo de su carrera es ya objetivo estratégico de las organizaciones y empresas. Todo ello demuestra que se va avanzando en el buen camino, pero desde luego queda mucho por hacer.

En la práctica arbitral, la presencia de las mujeres se ha potenciado gracias al magnífico trabajo y compromiso de organizaciones como “CEA- Mujeres”, “Equal Representation in Arbitration Pledge (ERA Pledge)” o “Arbitral Women”. En la práctica legal, cabe destacar la asociación “Women in a Legal World”. Todas ellas son grandes iniciativas para fomentar conexiones entre mujeres y aunar esfuerzos.

En general, en las instituciones arbitrales de referencia se ha asumido un liderazgo en esta materia potenciando la presencia de mujeres en las designaciones. Sin embargo, la designación de mujeres árbitro por las partes es porcentualmente menor que la realizada por las instituciones. En la Corte de Arbitraje de Madrid se pone mucha atención con este compromiso. Acabamos de publicar las estadísticas de 2021 y, al igual que el 2020, de los árbitros designados por la Corte, el 60 % fueron hombres mientras que el 40 % fueron mujeres. Sin embargo, hay que recalcar que cuando las partes son las que designan tan solo el 24 % de los árbitros son mujeres mientras que el restante 76 % son hombres, lo que evidencia la necesidad de que toda la comunidad tome consciencia y se comprometa con esta causa”.

A nivel personal, no cree que la mujer tenga o deba tener un rol diferente a los hombres en el sector legal, “las mujeres, como los hombres, juegan un papel esencial en el sector legal para que este siga aportando, creciendo y sirviendo a la sociedad”.

¿Retos y desafíos en este año en materia de igualdad?

El reto este año en materia de igualdad, que es ya un reto histórico, es la igualdad de oportunidades con independencia del género, el reconocimiento del talento femenino y la eliminación de prejuicios susceptibles de imponer límites o diferencias por razones de género.

Creo que el mayor reto es que, en el futuro, las nuevas generaciones ni siquiera tengan que hacer este esfuerzo porque la igualdad vendrá impuesta de forma natural sin que sea relevante el género de uno u otro profesional.

Estamos viviendo tiempos de tribulación, con retos y desafíos derivados del COVID y, más recientemente, de la guerra en el corazón de Europa. Procuremos mantener la igualdad entre nuestros objetivos

Urquiola De Palacio es abogada, árbitro y mediadora, con una vida “compuesta”. Compagina su actividad de ejercicio profesional desde el despacho Palacio & Asociados, donde ejerce desde hace 30 años y del que es socia directora. También es presidenta de la Corte de Arbitraje de Madrid y del Centro de Mediación Empresarial de Madrid, vicepresidenta del Centro de Internacional de Arbitraje de Madrid, presidenta de la Comisión CEA Mujeres en el seno del Club Español del Arbitraje y presidenta electa de la Unión Internacional de Abogados. Le atrae la docencia, aunque le mantiene una dedicación -marginal en número de horas- a esta actividad en distintas universidades.

Es la más pequeña de siete hermanos, de los que el mayor le lleva 22 años. “Eso me ha permitido mirar siempre hacia arriba y tener muchos -y buenos- modelos de vida. Estoy casada y tengo tres hijos adolescentes (de 15, 14 y 13), además de una extensa familia -cosa que podía intuirse al decir el número de hermanos- con la que me encanta hacer planes y reunirme”.

Urquiola cree que las esperanzas propias de las mujeres del sector legal, en gran medida, son compartidas por los jóvenes que se incorporan al mercado laboral: esperan más igualdad y que las profesiones del sector jurídico sean más compatibles con una vida personal plena. No solo se pelea por la igualdad de género, también por la intergeneracional y la interregional.

“Específicamente las mujeres esperan, además, ver reforzada su presencia en los puestos de responsabilidad (de los despachos, de las asesorías jurídicas de empresas, de las altas instancias judiciales, etc.), porque los porcentajes de mujeres en esos puestos siguen siendo bajos, a pesar de que en el acceso al primer empleo y en los primeros años de profesión la presencia de hombres y mujeres es pareja”.

Opina que conseguir una sociedad más inclusiva y justa en términos de equidad, igualdad y diversidad de género “es un problema de educación de nuestras sociedades. En ese sentido, estoy convencida de que se ha recorrido mucho camino y que las nuevas generaciones van a tener perfectamente interiorizados estos principios porque, para estas, están presentes desde la cuna. Para los que eufemísticamente decimos que “acumulan más juventud”, habrá que convencer para vencer.

Sí que creo importante recordar que, en la educación en valores, no se puede desatender otros principios como la cultura del esfuerzo y de la responsabilidad -incluso del sacrificio- que a veces se olvidan. Que se brinde igualdad de oportunidades a hombres y mujeres, no quiere decir que no haya que esforzarse para alcanzar las metas”.

“Quiero pensar que el rol de la mujer y del hombre en el sector legal y en nuestra sociedad en general tiende a ser el mismo. A pesar de ello quizás todavía vemos mayor protagonismo de las mujeres en ejercer de conciencia global sobre la necesidad de alcanzar la igualdad plena y en ser referentes para otras mujeres cuando han conseguido romper los techos de cristal que perviven”.

¿Retos y desafíos en este año en materia de igualdad?

Creo que muchos de los desafíos a los que nos enfrentamos y de las esperanzas que albergamos son comunes a hombres y mujeres, y transversales entre sectores. Estamos viviendo tiempos de tribulación, con retos y desafíos derivados del COVID y, más recientemente, de la guerra en el corazón de Europa, que sacude los cimientos del mundo que conocemos. Momentos de tanta zozobra pueden hacer que se estanque -o incluso retroceda- en los avances en materia de igualdad, en la medida en que otras prioridades acuciantes nos salgan al paso y volquemos en ellas nuestros esfuerzos. Procuremos mantener la igualdad entre nuestros objetivos.