“Paz Total”, una alternativa a los altos índices de criminalidad en Colombia

14 de noviembre de 2022 |
Por Brandon Steven Uribe Velandia, abogado de Q&Q Legal

La llamada “Paz Total” es la estrategia que el gobierno del presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha planteado con el objetivo de poner fin a la violencia generada por distintos actores armados en el país. Hablar de paz supone para los colombianos una alta cuota de escepticismo, dado que el conflicto interno, el crimen organizado y el narcotráfico son problemas de décadas; y a pesar del acuerdo de paz firmado con las Farc en 2016, sigue siendo obstáculo para la convivencia y el crecimiento económico.

La “Paz Total” busca negociar con todos los bandos en conflicto, puesto que actualmente se sostienen conversaciones de paz únicamente con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN. Asimismo, busca también la desarticulación de las organizaciones armadas ilegales, enfocándose en la captura de sus integrantes y en sustraer las utilidades de su accionar ilícito. Con un trabajo conjunto entre la Policía Nacional y las Fuerzas Militares, la estrategia persigue, además, la protección de los líderes sociales, defensores de Derechos Humanos, comunidades étnicas, comunidades afrodescendientes y firmantes del Acuerdo de Paz de La Habana.

En este punto es necesario abordar, al menos brevemente, el contexto en que se encuentra el país de cara a la eventual implementación de la “Paz Total”, así como los índices de criminalidad en Colombia; la caracterización del perfil criminal para contribuir al sometimiento de los delincuentes, la lucha contra el narcotráfico y el camino hacia la paz.

Crimininalidad y narcotráfico, obstáculos para la Paz

Según el Índice Global de Crimen Organizado, desarrollado por la Iniciativa Global Contra la Delincuencia Organizada Transnacional (GI-TOC), en 2021, Colombia es el segundo país con tasa de criminalidad más alta en el mundo, detrás del Congo. (Botero M, 2021). De otro lado, el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial Contravencional y Operativo (SIEDCO), de la Policía Nacional, y la Fiscalía General de la Nación, en un esfuerzo por unificar cifras, han determinado que la tasa de criminalidad actual se encuentra en una media por departamento de 2.547 delitos cometidos, siendo mayormente azotados los departamentos del Meta, Guaviare, Tolima, Valle del Cauca, Bogotá y Santander. (Fiscalía, 2022; Cálculos CEJ, corte al 31 de mayo de 2022).

Julián Páez Vargas, director de Línea Inteligencia Artificial y TIC (CAEJP) de la Universidad Libre, manifestó que este tipo de estadísticas pueden convertirse en una herramienta de mucha ayuda para las autoridades colombianas a la hora de combatir el crimen organizado. Sin embargo, sostiene que es preocupante el segundo puesto ocupado por Colombia en el índice de criminalidad global: “Ocupar el top 3, junto con el Congo y Myanmar, por encima de México, Nigeria, Afganistán, Siria e Irán, entre otros, nos deja una noción muy desafortunada y alarmante del índice de criminalidad en el país y de la ‘normalización’ que como sociedad le damos al crimen”. A su vez agregó que “esta clase de estudios, alineados con los objetivos de la ONU, ponderan en alto grado las conductas desviadas asociadas al narcotráfico, en las que Colombia está muy por encima de la media internacional”. (Becerra B, 2021).

En el año 2021, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) reportó una reducción considerable en el número de cultivos de coca. No obstante, y de forma contradictoria, también reportó un aumento en la producción de cocaína durante el año 2020. Esto debido a que numerosas familias se vincularon al Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS); pero después de la firma del Acuerdo de Paz con las Farc no se incorporaron nuevas familias, pues no existen políticas claras sobre la sustitución voluntaria. De este modo, la lucha contra el narcotráfico sigue en aumento y casi que podemos concluir que es una guerra perdida para el Gobierno Nacional, lo cual a su vez incrementa las tasas de criminalidad, ya que muchos de los grupos ilegales se benefician del narcotráfico.

El sometimiento como camino a la “Paz Total” en Colombia

De otro lado, Gary Becker, premio Nobel de Economía en 1992, postula que los criminales son personas racionales que ponderan que los beneficios en sus actos delictivos sean superiores a los costos de operabilidad, valorando los pros y los contras de los incentivos, respondiendo a múltiples estímulos e influencias. De este modo, cuando el delinquir es una alternativa más económica que operar en la legalidad, es preferible operar por fuera de la ley. Por ello, el perfil y la caracterización de los criminales se torna en una opción viable a la hora de reducir los índices de criminalidad e impulsar el sometimiento de los delincuentes a la ley.

Respecto a la propuesta del Gobierno de alcanzar la “Paz Total” con todos los criminales del país, mediante la denominada Ley de Orden Público sancionada por el presidente de la República el pasado 4 de noviembre, es necesario trabajar desde el sometimiento a la justicia ordinaria pero con elementos restaurativos; analizando el perfil criminal y determinando estrategias que jueguen en pro de obtener una disminución en las tasas de criminalidad, de manera que sea el juez quien evalué el actuar criminal en procura de un verdadero sometimiento.

Sobre los altos índices de criminalidad en el país, Francisco Barbosa, fiscal general de la Nación, sostiene: “Entiendo la angustia que tiene el Gobierno, los colombianos y muchos sectores, pero eso significa que la Fiscalía entiende el fenómeno, lo está tratando. Además, quiero también mandar un mensaje aquí: nada de derecho o de violencia por mano propia. Aquellos que pretendan también organizarse de forma delincuencial para defender algo, sin que cuenten con las instituciones, también serán investigados y procesados”.

La mayor problemática sobre los altos índices de criminalidad es que traen incertidumbre a los colombianos, afectando de paso la seguridad ciudadana. Tal como se dijo antes, obtener una disminución de las tasas de criminalidad implica una mejora en las políticas públicas, que aumente los niveles de calidad de vida de los colombianos y contribuya con oportunidades de educación y empleo. A su vez, es requerida la elaboración del perfil criminal para avanzar en el sometimiento de los delincuentes. Este puede aportar a la disminución de los índices de criminalidad, y a desmantelar las estructuras criminales en pro de conseguir la llamada “Paz Total”.