La Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid presenta el “Informe sobre conocimiento, uso y percepción de arbitraje, mediación y otros MASC”

87 % de los encuestados respondieron que sí conocían el arbitraje, 86 % de los participantes respondieron que conocen la mediación y los MASC los conoce solo un 56 % de los consultados
4 de abril de 2022 |

La Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, a través de la Corte de Arbitraje de Madrid (CAM) y del Centro de Mediación Empresarial de Madrid (CMEM), en el contexto del observatorio de justicia y competitividad de la comunidad de Madrid presentó un “Informe sobre conocimiento, uso y percepción de arbitraje, mediación y otros MASC”.

La encuesta fue contestada por 1.023 personas, todas ellas residentes en España y de diferentes zonas geográficas, edad, género y profesión durante un periodo de tres meses, de octubre a diciembre de 2021.

Los resultados hacen patente la necesidad de una mayor difusión de la utilidad de estos métodos para la resolución de conflictos (MASC) en materias disponibles. Se trata de promover una consciencia acerca de las ventajas que ofrecen los MASC, que actúe antes de que surja el desacuerdo pues una vez producido este, hasta el punto de necesitar de la intervención de terceros, es mucho más complicado mantener canales de comunicación y de entendimiento que permitan solventar de forma pactada la falta de previsión inicial de cómo “lidiar” los conflictos.

Este primer análisis fue llevado a cabo por los equipos de la Corte de Arbitraje de Madrid y del Centro de Mediación Empresarial de Madrid, destacando así la labor desarrollada por María Paula Jijón y por la secretaria general de la CAM, Marta Lalaguna.

Conclusiones de los resultados referentes al arbitraje

En cuanto al arbitraje se constata que su conocimiento como medio para la resolución de conflictos está muy extendido entre los encuestados superando el nivel de conocimiento que arrojan otros estudios análogos. Sin embargo, estos resultados resultan equívocos. Así, un 87 % de los encuestados respondieron que sí conocían el arbitraje, y el porcentaje de encuestados que lo han utilizado es del 54 %. Contrastan estos datos con los datos ofrecidos por el -ya antiguo- estudio elaborado para la Comisión Europea sobre este tema -circunscrito a las disputas comerciales entre empresas- que muestra que el uso de MASC representa aproximadamente el 2 % frente a la vía judicial (98 %).

La diferencia es elocuente a pesar de que las preguntas, en un estudio y otro, no se formularan de forma exactamente igual. Son por lo tanto datos no homogéneos, lo que pudiera matizar las razones de tal disparidad, pero que, a pesar de todo, muestran una acusada diferencia. La explicación de esta divergencia, que no cabe atribuir a la obsolescencia del estudio europeo, se encuentra en la composición profesional de la muestra de participantes, con una notoria sobrerrepresentación de profesionales jurídicos.

Dentro de este contexto, los resultados evidencian -y esto sí resulta muy significativo- que la percepción del arbitraje es especialmente positiva, tanto entre los que tienen un conocimiento específico del arbitraje como entre el público no familiarizado con su uso concreto. El 82 % de los encuestados respondieron que el arbitraje es un sistema transparente “siempre” o “muy a menudo” y un 80 % respondió que los árbitros son “siempre” o “muy a menudo” igual de independientes que un juez.

Al hilo de la anterior conclusión, podría pensarse que el motivo de su uso reducido reside en la creencia extendida de que este método es más caro que la vía judicial -pese a las evidencias empíricas en contra. El estudio es contrario a esta hipótesis habida cuenta de que la mayoría de los encuestados consideran que el arbitraje no es más caro que la jurisdicción, lo que podría perjudicar, en principio, una mayor utilización del mismo.

Un dato alentador, en relación con una correcta evaluación de los costes del arbitraje, es que los empresarios-que son el colectivo mayoritario de usuarios del arbitraje en tanto que “clientes”- consideraron, en un alto porcentaje, que el arbitraje no es más caro que la jurisdicción y su percepción del arbitraje en cuanto a transparencia e independencia de los árbitros es muy positivo, en línea con lo dicho.

Como era de esperar, en cuanto a profesiones, los abogados son el grupo que mayor conocimiento y uso del arbitraje tiene y los particulares no empresarios, el que menos. En cuanto a la distribución por comunidades autónomas, los resultados muestran una mayor preferencia por el arbitraje en Madrid, en comparación con Cataluña y el resto de las comunidades autónomas.

En lo atinente a la variación de resultados en función de la edad, se aprecia una relación inversa entre edad y uso . Es decir, si bien los jóvenes “menos de 40 años” son los que más conocen el arbitraje, son el grupo que menos lo utilizan. El grupo de edad que mayor porcentaje representa en el rol de “Árbitro” es el de “mayores de 60 años”.

En lo referente a la perspectiva de género, los resultados muestran que, si bien no hay diferencias en cuanto al conocimiento o percepción del arbitraje, sí las hay en cuanto al uso y la intervención de las mujeres en el rol de “Árbitro” siendo menor que el de los hombres. No obstante, lo anterior, si se efectúa un análisis prospectivo de los datos de género y edad podemos obtener una proyección positiva que se explica a continuación.

En el grupo de “mayores de 60 años” hay casi el doble de hombres que de mujeres y la mayoría de los encuestados con el rol de “Árbitro” proviene de este grupo de edad. Sin embargo, en el grupo de “menos 40 años” y en el de “entre 40 y 60 años” hay más mujeres que hombres por lo que en un contexto dinámico, a futuro, debería evolucionar hacia una reducción de las diferencias de género en cuanto al número de mujeres en el rol de “Árbitro”. Esta misma reflexión es aplicable a los resultados en relación con la mediación.

Conclusiones de los resultados en mediación

En relación con la mediación, los resultados se asemejan a los de arbitraje. En relación con su uso y conocimiento, un 86 % de los encuestados respondieron que conocen la mediación, si bien solo un 31 % declaró haberla utilizado. Ello vuelve a evidenciar una clara disparidad entre el conocimiento y el uso que ya observamos en relación con el arbitraje, y que en este caso alcanza casi los 50 puntos porcentuales. Igualmente, la percepción de la mediación entre los encuestados es positiva en cuanto a transparencia e independencia de los mediadores. Por el contrario, resulta significativo, como contraste en la percepción del coste de cada procedimiento, que, a diferencia del arbitraje, más de un 85 % de los encuestados declaró que “nunca” o “alguna vez” la mediación es más cara que la vía judicial.

Podría pensarse, dada la positiva percepción relativa a los costes que la falta de un mayor uso obedece a la creencia del público de que la mediación no es un método eficaz.

Sin embargo el 69 % de los encuestados considera que la mediación es un método eficaz “siempre” o “muy a menudo”, eficacia que viene corroborada empíricamente por los datos del estudio europeo ya citado.

En cuanto a la distribución geográfica, los datos muestran que en Cataluña existe más conocimiento, uso y confianza en la mediación tanto entre abogados como entre no abogados. Estos estados de opinión se confirman también por la mayor proporción de mediadores respecto de árbitros existente en Cataluña respecto a Madrid y otras comunidades autónomas. Se trata de una disparidad muy significativa.

En relación con la edad, cabe destacar que, a diferencia del arbitraje, el grupo de “mayores de 60 años” es el que más utiliza la mediación en el rol de “parte”, “abogado” y “mediador” y el que más incluye cláusulas de mediación en sus contratos.

Como era de esperar, a lo largo de todo el estudio, los abogados y otras profesiones legales fueron el grupo en el que se obtuvieron más respuestas sobre el conocimiento de la mediación, con un 38,42 % de los abogados y un 20,24 % de los funcionarios. Ambos porcentajes son inferiores a los de utilización del arbitraje por los mismos grupos (los abogados (64 % y 38 %) y las otras profesiones legales y funcionarios (27,38 %).

Conclusiones de los resultados de “Otros MASC”

Los demás MASC (diferentes al arbitraje y mediación) son los métodos menos conocidos con solo un 56 % de encuestados que declaró conocerlos. Así, la diferencia entre el conocimiento de los demás MASC frente al arbitraje y a la mediación es de casi 40 puntos porcentuales.

La negociación y la conciliación se imponen como los dos otros métodos de resolución de conflictos alternativos más conocidos por el público encuestado (el 36 % y el 31 %, respectivamente). Un dato muy llamativo es que si bien los “Otros MASC” son mucho menos conocidos que la mediación, han sido más utilizados que esta pues un 34 % de los encuestados (comparado con el 31 % de mediación) declaró haberlos utilizado.

En cuanto a los “Otros MASC”, se evidencia una percepción positiva a pesar de su limitado conocimiento y uso, siendo así que más del 85 % de los encuestados consideró que estos métodos pueden ayudar al correcto funcionamiento de la justicia.

En cuanto a estos métodos se confirman las mismas tendencias en cuanto a distribución geográfica, edad, género y profesión que en el arbitraje.

Todo lo anterior nos lleva a concluir, en primer lugar, que el conocimiento del arbitraje y la mediación está razonablemente extendido y su valoración es muy positiva – aunque perdura una visión distorsionada del mayor coste del arbitraje en relación con la jurisdicción- y por otra parte a modo de conclusión general, debemos potenciar el conocimiento y uso de los otros MASC aprovechando la valoración globalmente positiva sobre su aptitud para favorecer el funcionamiento de la justicia.

La percepción del arbitraje, mediación y de los otros MASC es positiva. En este sentido cabría destacar la necesidad de difundir convincentemente que el arbitraje, atendiendo a todas las circunstancias que rodean un conflicto no es más caro que la jurisdicción y que la mediación es un método eficiente de resolución de conflictos con un alto índice de éxito.

En general es necesario seguir impulsando la difusión del arbitraje, la mediación y otros MASC en todos los sectores y especialmente en el sector empresarial y en el resto de la sociedad para que estos conozcan sus características y ventajas como mecanismos de resolución de conflictos y se extiendan las percepciones positivas sobre independencia, transparencia y coste razonable de todos ellos.

Además, es necesario concienciar y actuar para reforzar el papel de la mujer y su intervención en estos métodos. especialmente en su rol de “Árbitro” y de “Mediador”.

Lea el informe completo en el siguiente enlace