Por Heidi Maldonado
Es abogado de profesión y un apasionado por el emprendimiento, la innovación y tecnología. Ciertamente, algunos indican que la relación entre el mundo del derecho y estos otros intereses personales no suelen combinar muy bien, pero, por el contrario, Andres Jara, fundador de Alster Legal, cree que “tienen un calce perfecto cuando uno vierte el conocimiento y la enseñanza del derecho a la búsqueda de oportunidades y desarrollo de actividades en el ámbito del emprendimiento y las tecnologías, toda vez que la formación del abogado entrega una visión bastante única y poco habitual en estos entornos”.
Alster es una empresa de servicios profesionales que, motivada por la convicción de que personas y empresas son el motor fundamental para el desarrollo de la sociedad, las asesora legal y estratégicamente en temáticas relacionadas con inversión, tecnología e impacto, buscando ser un aporte para que estas puedan cumplir el rol.
En este sentido, Andres nos cuenta que han desarrollado su filosofía smart, en donde el uso único de talentos, tecnologías y procesos, permiten entregar un servicio simple, inteligente, cercano y de excelencia.
¿Qué atributos tiene Alster Legal que lo diferencia de su competencia?
Si bien a lo largo de los años hemos sido esencialmente dinámicos en el desarrollo de ventajas competitivas, hoy sigue siéndolo nuestra estructura de costos y modelo de negocios, como también la virtud única de inserción dentro de este mundo transversal llamado tecnología. Creemos que pocos equipos, modulares, senior, multidisciplinarios, son capaces de entregar una propuesta de valor como la de Alster.
¿Cómo se construyen puentes entre la tecnología y el derecho?
Desde nuestros inicios como asesores estratégicos hemos visto la necesidad de construir estos puentes desde las bases. Esas bases están dadas principalmente por la educación y el conocimiento compartido. Es por ello que una expresión permanente de nuestro propósito como empresa ha sido contribuir con la academia y con todas aquellas instancias en donde la cooperación, la reducción de asimetrías de información y la promoción de las competencias esenciales para lograr esta añorada conexión se logren.
¿Desde tu perspectiva cómo se está moviendo el mundo legal en cuanto a la digitalización y qué se espera para este 2023?
Vemos un 2023 marcado aún por la incertidumbre y la inestabilidad política regional que impacta en las expectativas y ciertamente en los presupuestos de inversión en tecnología. Esta es una realidad antagónica, pues obviamente frente a recursos escasos, la necesidad de incorporar tecnología se hace más evidente y necesaria, toda vez que es la única fórmula por medio de la cuál puedes mantener o incrementar la productividad en entornos competitivos y regulatorios complejos. Así, esperamos ciertamente que más empresas tomen la iniciativa de activar sus proyectos de madurez digital, identificar espacios de mejora en el uso de la tecnología y también iterar y probar soluciones que puedan, al cierre del año, llevarlo a datos y conclusiones de valor en su decisión de compra futura.
¿Cómo ves el marketing legal en cuanto a tendencias en este año?
Es tendencia común que los presupuestos de marketing sufren en periodos de incertidumbre o restricción económica, lo que no solo afecta a abogados sino a cualquier empresa. Con todo, estimo que aquellos tomadores de decisiones en firmas legales (que son principalmente los que constituyen la demanda de marketing legal) saben que en estos periodos el mostrar diferenciación acreditable es una fórmula de sembrar los frutos del mañana. Por lo mismo, si bien apretarse el cinturón puede resultar obvio, creo que no es la estrategia idónea.
¿Es la tecnología una aliada de las comunicaciones y de las estrategias de marketing?
Nunca me he considerado un experto en temas vinculados con el marketing legal, pero sí creo que el marketing digital ha tomado preponderancia en las estrategias comunicacionales de las organizaciones, motivo por el que no veo la razón de que ello no deba también extrapolarse a la industria de servicios legales.
¿En qué estado se encuentra el mercado de los servicios legales en Iberoamérica?
Mirar el mercado de servicios legales como un todo y de forma generalizada me parece una irresponsabilidad, por lo que un análisis correcto y detallado pasa por entender los segmentos de este mercado, las tipologías de servicios y los tipos de prestadores de servicios legales en general. Si creo que en el último tiempo una tendencia marcada ha sido el cambio generacional y con ello la bienvenida a nuevas ideas, creatividad e incluso nuevas formas de atraer o generar las condiciones necesarias para que el talento se comprometa con las organizaciones y sus objetivos.
Ahora bien, sería poco afortunado señalar que el mercado de servicios legales está en crisis o enfrenta dificultades, creo que las condiciones del mercado siguen manteniéndose bastante inalteradas en los últimos años, con la diferencia principal de que hoy existe una clara preocupación por lo que puede pasar, lo que está pasando y lo que ha pasado. Es decir, observo mayor autocrítica, pero no por ello acciones correctivas tendientes a hacerse cargo de los grandes temas que afectan nuestra profesión.
¿De qué carece el mundo legal en la actualidad?
Los cambios son marginales e incrementales, pero ciertamente no categóricos. Los movimientos telúricos no parecen aparecer, por lo que la necesidad de cambio o mejora no constituye una prioridad más allá del entendimiento racional de que hay que hacer cosas para no quedarse atrás. No observo, salvo en contadas excepciones, una voluntad general de destacar o mejorar el servicio legal, la estructura de las firmas de abogados, el apetito por la innovación, exploración e iteración.
Serás parte del evento Foro de Gerencias Legales que se llevará a cabo el próximo 23 de febrero en Perú… ¿Qué tipo de participación tendrás y qué esperas al final de este evento?
Este evento es un lindo kick off de una iniciativa muy loable, la cual es reunir a líderes de la industria para conversar sobre temáticas que ameritan la generación de conciencia, la apertura de foros de debate y la opinión especializada, pero aterrizada y práctica, sobre brechas que hoy requieren atención en nuestra industria. Por ello, valoro y apoyo este tipo de proyectos y les deseo el mejor éxito. Siendo además un honor haber sido considerado como parte del mismo y una opinión aparentemente autorizada para contribuir a su promoción.